Él ha estudiado cómo se podrían llevar su agua directamente a los lugares de origen de la contaminación, a saber, la industria y el hogar:
Ahora puede en función de su Aqua Elix bajo la marca de cosméticos Aydo exclusiva, detergentes – productos de limpieza y productos:-El uso de estos productos ya esta regenerando la tierra el lugar de contaminarla.
De crema para la cara, champú, detergentes y productos de limpieza para productos de limpieza industrial para la desintoxicación del suelo y limpieza del estanque – productos Aydo cubrir todas las necesidades y los requisitos que tenemos para la limpieza y el cuidado del cuerpo, el hogar y la industria jardín.
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Ya sea activa o pasiva, puede ayudar en cualquier caso, a que paremos de vertir diariamente toneladas de químicos contamínates en la naturaleza. Incluso más que eso: usted puede ayudar a que se regenere la tierra y se restablezca la belleza de la madre tierra.
– Los productos amigos del medio ambiente ayudan;
-Los productos AyDo nos limpian a nosotros y a nuestro ecosistema – un verdadero salto cuántico.
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Otra entrvista con Ayhan Doyuk:
–¿Cuánto lleva trabajando con esto?
–Desde principios de los años 80.
–¿Y cómo no se conoce a nivel público? Perdone pero no lo entiendo.
–Bueno, al principio pasé la mayor parte del tiempo investigando y desarrollando las fórmulas. Porque aunque todas se basan en la fórmula madre, que decidí denominar como Aqueous Perfect Solution (perfecta solución acuosa), cada una tiene su propia especificidad de acción. La base es la misma pero cada fórmula es distinta según su uso. La que permite apagar un fuego no es la misma que la que se usa para limpiar las aguas contaminadas. Y son más de un centenar ya las variantes. Luego hacía falta demostrar su funcionamiento. Durante años efectué muchos viajes y reuniones chocando siempre con el escepticismo o con los miedos. A todo el mundo le resultaba difícil de creer lo que contaba. Finalmente, logré montar una empresa dotándola de unas estupendas oficinas y una fábrica donde elaborar los productos… pero ésta se la llevó el terremoto que hubo hace tres años en mi país. Murieron varios trabajadores y la empresa se arruinó. Además, cometí la torpeza de no registrar las marcas y hace poco me las robaron. He tenido que empezar de nuevo registrándolo todo. Y no se puede imaginar lo que cuesta en tiempo, esfuerzo y dinero. Y, para mayor complicación, se está usando mi nombre en Internet fraudulentamente. Se está vendiendo a través de páginas web y a unos precios escandalosos agua con presuntas propiedades curativas supuestamente elaborada por mí. Hasta se han inventado una carta mía que firman con mi nombre publicando mi foto para avalarlo. Excuso decirle la confusión que existe por ello.
–Pero, ¿cómo es eso posible?
–Verá, hace tres años y medio aproximadamente accedí a suministrar a una serie de personas una fórmula muy concentrada que preparé para desintoxicar por completo el organismo a fin de que se pudiera efectuar un protocolo de investigación sobre sus propiedades terapéuticas. Así lo hice durante año y medio. Hasta que un día me enteré de que esas personas, viendo los resultados, se habían puesto a vender sin permiso sanitario alguno botellas con el agua a precios escandalosos. Obviamente, no volví a mandarles nada. Y ellos reaccionaron subiendo aún más el precio de las que les quedaban. Me han dicho que llegaron a cobrar 900 dólares por botella. Y cuando se les acabaron, vinieron a Alemania, compraron sin que yo lo supiera algunos palets con productos de limpieza, los diluyeron enormemente y empezaron a venderlos como si fuera la fórmula de agua terapéutica. Como si todas las fórmulas, aunque la base sea el agua, fueran idénticas. Hoy mismo me he enterado por e-mail de que al parecer hay mil personas intoxicadas en Brasil. Supongo que con algunas de esas botellas.
–¿Y por qué no lo denuncia?
–Estamos en ello. Pero el daño está hecho. Es lo que me ha hecho tener que empezar una vez más desde cero. En todo caso, no se preocupe porque el tiempo pone siempre todo en su sitio. Aunque no estaría de más que comunicara a sus lectores que la única página web mía en Internet es www.adperfectsystems.com
–Pero si al principio se comercializaron tantas botellas con agua curativa habría tenido que mandarles usted mucha cantidad…
–No. Mire, tanto la fórmula madre como algunas de las que se utilizan para descontaminar están muy concentradas. Por ejemplo, para preparar el agua que permite apagar un incendio basta echar un litro de la fórmula en un depósito de cincuenta mil litros. Y la proporción en otros casos puede llegar a ser incluso de un litro por cada medio millón de litros de agua.
–Me parece increíble.
–Es simple: el secreto reside precisamente en que el agua es un transmisor natural potentísimo. Mire, los científicos saben muy poco del agua. Bueno, en general la Ciencia tiene una comprensión de la realidad bastante limitada. Y, sin embargo, el agua es el principal componente de este planeta. Y el principal componente de nuestro organismo. Y de todo organismo vivo. Pues bien, lo que muchos no saben o no entienden es que el agua está viva. Se trata de un elemento con vida. Por eso nutre todo de vida. Aún más, es capaz de producir energía. Y tiene la capacidad de unir y capturar tantos elementos físicos como energías sutiles. Por eso se la llama el solvente universal. Y el problema es que ese agua, en todas partes, se está “muriendo”. Una muerte que empezó con la contaminación masiva a causa del petróleo y sus derivados. Es más, el agua que hoy bebe la mayor parte de la gente del grifo es agua muerta, sin vitalidad. Nos estamos cargando el planeta a marchas forzadas. Esa es la verdad que pocos quieren asumir. Hay muchos intereses económicos detrás.
–¿Y usted puede resolver ese problema con su fórmula?
–Aunque cueste creerlo, sí. Si todos los gobiernos del mundo se pusieran de acuerdo le aseguro que podríamos descontaminar el planeta entero en sólo unos años. Ya sé que suena a ciencia ficción pero es verdad. Ahora bien, eso implica también dejar de contaminar. Y, por tanto, buscar alternativas al petróleo y sus derivados. Que existen…
–Me da la impresión por el tono y la sonrisa de que también las tiene usted.
–Bueno –me dice sonriendo abiertamente–, pues sí. Mire, si al agua corriente se le aplica una de mis fórmulas… se convierte en portadora de electricidad. Antes le mostré que eso es posible (Doyuk se refiere a uno de los experimentos que hizo y de los que no he hablado. La demostración consiste en cortar por la mitad un cable que en un extremo tiene un enchufe y en el otro cuatro bombillas grandes. Hecho esto, introduce los dos extremos del cable eléctrico con las bombillas en un recipiente de vidrio trasparente en el que sólo hay agua tratada con su fórmula y algo más allá los otros dos extremos con el enchufe. Finalmente, introduce éste en la toma de la corriente eléctrica y… ¡sorpresa!: las cuatro bombillas se encienden. ¡La electricidad se transmite a través del agua!). Pero es que además –prosigue diciéndome Doyuk– el agua tratada puede cargarse energéticamente. Uno de los proyectos de futuro es sustituir en los edificios la instalación eléctrica, generadora de campos electromagnéticos negativos para la salud, por simples tuberías de agua a la que se conectarían directamente los aparatos. Podrían desaparecer todas las torres de alta tensión y las líneas eléctricas. Es más, bastaría un simple depósito de agua para generar electricidad en una vivienda durante años. Como bastaría ese agua para sustituir todos los motores de gasolina actuales.
–¿Quiere decir que también puede funcionar un motor con el agua?
–Exacto. Con un motor distinto, claro.
Mi nerviosismo –como el lector entenderá– fue en aumento a lo largo de toda la reunión. Doyuk me explicaría tantas otras posibilidades que empecé a marearme imaginando lo que supondría que todo esto fuera verdad. Quise volver a ese punto.
–Lamentaría ofenderle pero si todo lo que me cuenta es como asegura no entiendo que no tenga usted apoyos de todo tipo.
–Oh, hay gente muy “interesada”, por supuesto. Hace poco he recibido una propuesta económica mareante de una multinacional (menciona el nombre que yo obvio) para quedarse con la exclusiva de comercialización de todos los productos de limpieza y la he rechazado a pesar de mis dificultades actuales. ¿Por qué? Pues porque lo que querían era meter las fórmulas en un armario indefinidamente. Y yo no hago esto por dinero. También ha habido muchos gobiernos interesados… pero para que les ayudase en el terreno militar. Porque las aplicaciones son muchas (En ese momento recordé otro de los experimentos que había hecho. Primero tomó una botella corriente de aceite de girasol y le aplicó un rayo láser para demostrar que traspasaba el líquido. A continuación echó en él su agua y la removió consiguiendo que se mezclase uniformemente, lo que se supone que no es posible. Y, por último, volvió a aplicar el láser… sin que éste fuera capaz ya de traspasar la botella de plástico. Según él, aquello demostraba que el aceite se había trasformado en aminoácidos ya que ésta es la única sustancia que no puede atravesar un láser de luz.)
–Bueno, no todo el mundo tiene la misma falta de ética.
–Es verdad. Y tras muchas de las demostraciones que desde hace años vengo haciendo han aparecido siempre personas que me prometían todo tipo de cosas pero que, a la hora de la verdad, se quedaban en nada. En unos casos porque en realidad no tenían los contactos ni las posibilidades de las que presumían y en otros porque las empresas interesadas chocaban con las legislaciones de sus países. ¿Cómo comercializar la fórmula que hace innecesario el uso del cloro en las piscinas si la legislación obliga a su uso? Hay que cambiar la legislación… y previamente certificar que el agua es inocua. Es más complejo de lo que parece. Y hay muchos intereses en juego. Por eso decidí cambiar de estrategia y en lugar de dirigirme a la empresa privada, acudir a los centros universitarios públicos y a los gobiernos. Y es lo que he empezado a hacer recientemente.
–Ya que lo menciona, ¿cómo es posible que en su propio país no le ayuden?
–Ya le digo que en todas partes hay muchos intereses en juego. Y mi país no es una excepción. En cualquier caso, debo agregar que mi gobierno ha decidido por fin ayudarme recientemente poniendo en marcha varios proyectos coordinados por el Ministerio de Industria. Especialmente a través de una empresa especializada en el desarrollo de nuevas tecnologías llamada Kosgeb que tiene acuerdos de colaboración con centros de 49 países. El pasado 16 de Julio firmé un acuerdo con ellos para llevar adelante un proyecto que se desarrollará en la Universidad Técnica de Estambul a fin de demostrar mediante protocolos que efectivamente se puede trasformar todo tipo de impurezas del agua en aminoácidos, como puede ver (en ese momento me enseña una carta firmada por Ahmet Akar, responsable del departamento de Química, confirmando la aceptación del proyecto). Y el día 22 de ese mismo mes otro acuerdo con el Instituto de Energía Nuclear de la misma universidad para demostrar que es posible también encapsular las partículas radiactivas (me muestra igualmente la carta).
–Quiere eso decir que tiene también una fórmula que permite eliminar la radiactividad de una zona contaminada?
–Sí.
–¿Ha conseguido hacerse oír por otros gobiernos?
–Tengo apalabrado un proyecto importante con el gobierno norteamericano, otro con el ruso y uno más con el chino. Todos recientes. Y ocho con el Gobierno austriaco.
–¡Ocho!
–Sí. Usted sabe que, además de en Alemania, en junio hice varias demostraciones en Austria. El día 6 en la Universidad Johannes Kepler de Linz, el 10 en el Centro de Economía de Götzis, el 11 en la Universidad de Klagenfurt, el 12 en la Universidad de Graz y el 13 en la Universidad de Agricultura de Viena. Fue agotador pero dio resultado. Uno de los presentes, al acabar, me dijo un día: “Es suficiente. No necesitamos que nos demuestre nada más. Vamos a empezar a trabajar si lo desea. Y así empezó todo.”
–Se le nota contento.
–Es que ha costado pero las cosas empiezan a marchar. Y ya verá cómo en cuanto en dos o tres países se empiece a poner todo esto en marcha porque sus gobiernos se animan y hacen las cosas de corazón sin atender a otros intereses, todo se precipita.
–¿Y no ha pensado en España?
–¿Por qué no? Pero, ¿quién organiza eso en su país?
–¿Vendría usted a hacer las demostraciones necesarias si alguien se encarga de organizar todo?
–Por supuesto.
–Pues delo por hecho.
Termino diciéndole al lector que voy a cumplir mi promesa. Y que este mismo mes de septiembre quizás ese acto pueda ya tener lugar. Les tendré informados. Este asunto no ha hecho más que empezar….